Los Dragones Caprichosos cambian el color de sus escamas de acuerdo con su autoestima; se ponen de un color violeta oscuro cuando mienten, de un azul oscuro casi negro cuando se enojan, de un rosa anaranjado cuando se excitan, de un verde pálido cuando se ponen nerviosos. Algunos Dragones Caprichosos son del tamaño de un perro mediano y otros del tamaño de un león.
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